Para dominar el milenario arte de limpiar solo necesitas poner en práctica unos pocos trucos. Tener la casa ordenada será pan comido si dedicas un poco de tiempo todos los días a ciertas tareas básicas.
Te damos una lista con lo que tienes que limpiar todos los días:
- Encimera: límpiala mientras cocinas. Si pasas un paño húmedo cada cierto tiempo, luego no tendrás que restregar tanto. También viene bien tener un cubo en la encimera para los restos de comida. Cuando se llene, tira la basura en el cubo más grande y listo.
- Retrete: un poco de limpiador de baño antes de irte a dormir mantendrá las bacterias a raya.
- Fregadero: caldo de cultivo para las bacterias. Límpialo una vez al día y olvídate de la suciedad.
- Cafetera: vacíala y límpiala después de preparar café. Al tener una temperatura cálida todo el tiempo, se presta a la aparición de bacterias.
- Suelo de la cocina: ten el cubo y la fregona a mano para limpiar una vez al día la suciedad que dejamos a través del calzado. Y si tienes mascotas, tener el suelo limpio es aún más importante.
- Bolsos: ¿sueles dejar el bolso en el suelo de la oficina, cafetería o baño? Piensa en todas las bacterias que puede acumular. Límpialo una vez al día con un limpiador antibacteriano y adiós a la suciedad.
- Mesa de noche: límpiala una vez al día para que no se acumule el polvo. Piensa en toda la suciedad que inhalas al dormir. ¡Puaj!
- Desagües: un poco de lejía (en el fregadero y el patio) te ayudará a controlar la suciedad. Si prefieres un método más natural, utiliza vinagre y zumo de limón.
- Por último, haz la cama después de levantarte. No hay nada más reconfortante que irse a dormir y tener la cama hecha.