Por fin ha llegado el otoño, lo que significa que casi ha llegado el momento de secar la ropa dentro de casa. Dado que mucha gente quiere reducir el uso de la secadora este año, tanto por el planeta como por el bolsillo, hemos decidido compartir con vosotros nuestros mejores consejos para hacer la colada y secar la ropa en el interior durante la temporada de más frío.
1. LAVA MENOS, AIREA MÁS
Muchas prendas no necesitan lavarse después de un solo uso, así que ¿por qué no adquirir el hábito de airear esas prendas que puedes ponerte una segunda o tercera vez? Dejarlas tiradas en "la silla" no es suficiente. El tendedero Linn de Brabantia es perfecto para que la ropa usada luzca como recién lavada, además de que mantiene la ropa a la vista y es súper elegante. Cuida de tu ropa y del planeta.
2. DALE UNAS CUANTAS VUELTAS MÁS
¿Sabías que muchas lavadoras tienen un centrifugado corto? Si utilizas este ciclo de centrifugado adicional después del lavado, podrás eliminar al máximo el agua de la ropa, que quedará lista para colgar en el tendedero dentro de casa. Sin embargo, ten cuidado: el centrifugado adicional no siempre es adecuado para las prendas delicadas.
3. NO AMONTONES LA ROPA
Evita poner demasiadas prendas en la misma parte del tendedero, ya que esto puede retrasar el proceso de secado, lo que a su vez puede hacer que la ropa huela a humedad. Distribuye bien la ropa y, si puedes, dale la vuelta después de un par de horas. Nuestros tendederos HangOn tienen entre 15 y 25 metros de espacio de secado, lo que te ofrece una solución de secado compacta con el máximo espacio para tender.
4. ELIJE LA MEJOR HABITACIÓN
Si puedes, seca tu ropa en una habitación que se utilice poco y en la que circule bien el aire (sí, incluso cuando haga frío fuera). La ropa puede coger olor a humedad si se seca en una habitación con moqueta, por lo que la mejor opción, si es posible, sería un lugar que no la tenga.
5. EVITA LOS RADIADORES
Aunque secar la ropa en los radiadores parece una buena idea, en realidad puede suponer un aumento del consumo de energía, lo que, por supuesto, se traduce en un aumento en el recibo de la luz. También puede hacer que el aire esté más húmedo, y esto puede provocar la aparición de humedades y moho. Secar en un tendedero en una habitación ventilada es la mejor opción.