El invierno es historia, los días son más cálidos, las noches menos oscuras... ¡Ya es primavera! El momento perfecto para hacer una limpieza a fondo y preparar tu casa para el verano. Te daremos cinco consejos para que sea pan comido.
Lo primero que necesitarás son las herramientas de limpieza adecuadas. Asegúrate de tener paños, guantes de goma, cepillos, una fregona y un cubo, un recipiente de plástico y una aspiradora. Puedes utilizar productos de limpieza caseros (que suelen ser menos abrasivos) o comprarlos en el supermercado. Solo asegúrate de tener suficiente cantidad.
1. Ordena
Antes de dejar tu casa superlimpia, te recomendamos que te deshagas de todas esas cosas que no necesitas. Aprovecha la oportunidad para tirar o donar ropa vieja, papeles, juguetes y cosas que ya no usas. ¡Así tendrás menos cosas que limpiar!
2. No olvides los lugares altos
A menudo limpiamos solo lo que tenemos a la altura de los ojos y olvidamos lo que no vemos. Limpia las paredes y el techo con un cepillo para quitar las telarañas. Haz lo mismo en los zócalos, donde siempre se acumula polvo y suciedad.
Y ya que estamos, no olvides limpiar debajo de las camas y sofás, detrás de la nevera y dentro de los armarios. Por último, recuerda pasar un paño por encima de las puertas, las barras de cortina y los marcos de fotos. Es increíble la cantidad de polvo que se acumula en esos sitios.
3. La cocina
¡No hay nada mejor que una cocina limpia y sin una mancha para preparar comidas deliciosas! Elimina la grasa y la suciedad de los electrodomésticos. No olvides limpiar las puertas, los enchufes y el interior. Un paño con agua templada y jabón es suficiente, ya que los productos de limpieza abrasivos pueden dañar las superficies.
4. Tejidos
Una suave brisa primaveral es ideal para airear la ropa de cama, los almohadones y las cortinas. Si hay algo que no puedes lavar, cuélgalo al sol durante algunas horas.
Pasa la aspiradora por el sofá y los colchones para eliminar los ácaros, las migas y demás suciedad.
5. Ventanas
Renueva tus ventanas con una limpieza a fondo. Primero lávalas con agua templada y jabón. Luego sécalas con papel de periódico o de cocina para no dejar ninguna marca.
Y ya lo tienes: ¡cinco formas sencillas de hacer limpieza general!